sábado, 14 de noviembre de 2009

Vicio, vicio


¿Que tal? Feliz año y disculpen la ausencia de entradas en mi blog en las últimas semanas por motivos profesionales (no otros que estudiar para exámenes) pero viendo que voy bien acabo de sacar un ratillo para contarles algunas de mis paranoias.

Iba a hablarles sobre el vicio. Esa sensación de control que sientes en tu cuerpo no es nada por mucho que lo creas. Todo el mundo tiene algún vicio. Algo que no puede controlar y que hasta con un buen autoengaño puede solucionarse para sentirse verdaderamente libre. Las personas se llegan a creer que tienen autocontrol sobre sí mismas pero esto es bastante difícil.

Yo pienso que no es sano el no tener ningún tipo de vicio o hacer creer a la gente que no lo tienes porque además de que seguro que lo tienes si es un vicio peligroso como las drogas que es urgente dejar, el primer paso hacia ello es reconocer que se tiene. Pero supongamos que nos encontramos con esta persona ejemplar que resulta que no tiene ningún vicio. ¿Será esta persona realmente feliz? Imagino que no tanto como una persona que tiene algunos vicios, digamos no tan nocivos... Esas pequeñas dosis de felicidad exógena que te hacen crecer en ego. ¿Ahora soy yo el que tiene esa sensación de autocontrol verdad? No, probablemente no la tenga pero ¿y qué? Si me paso de la dosis de felicidad qué me podría pasar. Los vicios suelen traer tristeza a largo plazo por decirlo de algún modo. Pero "carpe diem" colega. No puedo esperar a tener resuelta mi vida para empezar a gozarla. Puede que sea demasiado tarde y también puede que los planes no salieran como esperabas y has perdido mucha felicidad en vano. Por eso de todo un poco; vicio más liberación del alma y responsabilidad más mirada hacia el futuro. Serás más completo. Ese es mi consejo pero te aconsejo que no lo sigas (chúpate esa). ¡Venga a enviciarse!

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